Primavera es el mejor momento para trasplantar nuestros ejemplares. Es la mayor época de crecimiento de las plantas, y éstas necesitan su espacio. Por ello, fíjate que su maceta o contenedor tenga la medida adecuada. El trasplante sirve también para mejorar el substrato, pues de los continuos riegos y abonados puntuales desmejoran la tierra.
El primer paso para el trasplante será observar si las raíces se asoman por el agujero de drenaje de la maceta. Si es así, se requiere un trasplante. El segundo paso será sacar el cepellón de la maceta (si hace falta sumergiremos la planta con maceta para sacarlo). Seguidamente, soltaremos las raíces para que se aireen un poco y colocaremos el cepellón en la nueva maceta (no te olvides de poner algún árido de drenaje en su interior). Terminamos el trasplante con substrato nuevo y seguidamente procederemos a su riego.
Es muy importante regar después del drenaje para que el cepellón y el nuevo substrato se aúnen. También deberías sacar las hojas secas o algunos tallos marchitos.