Empiezan los primeros fríos, sobretodo por la noche. Así que protege aquellos ejemplares más delicados. En el jardín, comienza por situarlos en zonas donde no tenga corrientes de aire o el frío de manera más aguda.
Luego opta por cubrirlas con telas especiales y si se trata de una zona –sin tiestos o parterres- escoje los productos protectores: como la corteza de pino, arcillas o las marmolinas. Con ellas, los hierbajos no crecerán, las plantas estarán protegidas del frío y el agua de riego durará más tiempo.
Protección y menos riego. Genial, ¿no? 🙂