Apresúrate a podar los rosales si aún no lo has hecho. Si realizas una buena poda, en primavera tus ejemplares serán vigorosos y florecerán más. Pero no tardes en hacerlo, apura hasta principios de marzo.
Si tu rosal es de la gama de los trepadores, deja dos yemas en cada rama secundaria; en el caso de los rosales bajos, deja 3 yemas: y en arbustos, lo ideal es eliminar una tercera parte del ramaje. No te olvides de subsanar aquellas zonas que estén marchitas o menos vigorosas, pues si las dejas, más adelante la planta gastará demasiada energía en ellas y descuidará el resto de la planta.
Cuando finalices la poda, recuerda abonar para que el rosal no tenga carencias nutricionales, como el potasio o nitrógeno.
Recuerda: la poda de los rosales debe ser anual, usa el Abono Rosales FLOWER.